Carteles publicitarios antiguos que hoy no verían la luz

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Probablemente fruto de la incertidumbre actual, vivimos una época de culto a décadas pasadas, de renacer de objetos que parecían haber desaparecido (como los sifones o los Casio) y de convicción de que sí, cualquier tiempo pasado fue mejor.

En un intento por saciar esta nostalgia, las empresas intentan emular el packaging de los objetos que añoramos y nosotros recordamos con anhelo productos de nuestra infancia como las latas de Cola Cao o los anuncios de Nocilla. Sin embargo, si hacemos un repaso a la cartelería de esos productos, nos daremos cuenta de que muchos de ellos no sólo no verían la luz hoy en día, si no que nos producirían rechazo o, como mínimo, estupor.

Muñeca Grasitas de Famosa. Con uno de cada cuatro niños con sobrepeso y España como el país con más obesidad infantil en Europa, podemos anticipar que una muñeca de nombre “Grasitas” y, además, “muy glotona pero muy simpática” no tendría mucho éxito entre los niños. Aparte del hecho de avivar la polémica sobre los anuncios de muñecas dirigidos exclusivamente a niñas… pero eso ya es otra historia. Como curiosidad, este cartel, de 1966, nos revela que el nombre “Famosa” no viene de la palabra “fama”, si no de las siglas de la empresa (“Fábricas Agrupadas Muñecas Onil, S.A.”).

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Crema de cacao Nocilla. “Leche, cacao, avellanas y azúcar”… a todos se nos ha quedado grabada la coletilla del anuncio de Nocilla que nos hizo memorizar sus ingredientes. Pues bien, el anuncio televisado rezaba “desde que inventamos Nocilla corren por ahí los hombres fuertes de Nocilla”, mientras un nutrido grupo de chavales del equipo Nocilla jugaban a fútbol y celebraban un gol encajado al equipo contrario.

Este anuncio se vio acompañado en los años 70 por dos carteles que reforzaban el mensaje: “la merienda de los hombres fuertes”. Esta afirmación hoy en día no haría ni pizca de gracia, sobretodo teniendo en cuenta que estos hombres tan fuertes “necesitaban” a “sus” mujeres para que les prepararan la merienda.

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nocilla2Chicles Bazoka. “Bazoka” no parece el nombre más apropiado para un producto dirigido a los niños. Y probablemente a los adultos tampoco. El nombre original del chicle era Bazooka, también nombre del lanzacohetes que popularizó EEUU en la Segunda Guerra Mundial y país del cuál vinieron los famosos chicles en los años 50 que, para adaptarse al público español, perdieron una de las “o” de su nombre original.

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Cremas de afeitar Rapide. Una morena, una rubia y una pelirroja embutidas en un traje monocolor invitaban a escoger a una de las 3… cremas de afeitar que sostenían. Para más inri, este cartel de cremas de afeitar se jactaba en los años 50 de incluir en su fórmula Anobial, un bactericida con efectos demostrados como irritante de la piel y que ninguna marca de aseo personal querría destacarlo entre sus ingredientes.

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Detergente Persil. Hoy en día no sería muy popular que no ya una mujer, si no una niña de corta edad protagonizara un anuncio de un detergente, lavando a mano en un barril. Pero en la época de este cartel de Persill (1950), las niñas se familiarizaban desde muy pequeñas con las tareas del hogar.

Además, a pesar de que el nombre Persil parece de inspiración castellana, realmente viene de la combinación de dos de sus ingredientes (perborato y silicato), haciendo el nombre sencillo de pronunciar en castellano pero complicado en otros idiomas y limitando su uso en los mercados internacionales. Todo un despropósito de cartel en el mercado globalizado de hoy en día.

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Fuente: todocuadros.com.

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